Fuimos llamados para ser de Bendición!!!

El Reino de Dios está aquí

El Reino de Dios está aquí, golpeando puertas porque se quiere establecer. Así como en el Cielo, será hecho en la tierra.
Su Presencia produce justicia, gozo y paz. Su Reino endereza nuestros caminos. Su Reino nos libró de las cadenas del pasado y nos abrió un futuro; futuro que como único límite es el Cielo...
"como las estrellas del cielo y como la arena a orilla del mar, así será TU BENDICIÓN". (Gn 22:17)

Cuidado, el león rugiente busca su presa.

La magia es el arte del mago para ocultar la verdad mediante un truco cuidadosamente estudiado. Un engaño visual que con práctica, experiencia y rapidez, engaña a los ojos expectantes en él... ojos que buscan de la galera y no de la corona de espinas; ojos que esperan de la varita mágica y no de las Promesas de Dios.
"Velad, el adversario anda como león rugiente, buscando a quien devorar." (1Pedro 5:8)  

Si puedes, CUENTA LAS ESTRELLAS.

Abraham tuvo que salir de la tienda para mirar más allá del techo que le impedía ver y contar las estrellas. Así también nosotros debemos librarnos del techo que representa nuestras crisis que mantienen las promesas de Dios fuera de nuestra vista.
Ante una tormenta, uno no debe encerrarse en sus propias conclusiones, tiene que salir de la tienda y mantener su fe... "así verás las estrellas que Él ha puesto en tu firmamento." (Génesis 15:1-6)

Cristo Mesías (música y letra)

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El camino, la verdad, y la vida.

Jesús de Nazareth, un hombre que vivió entre nosotros, y que sin embargo era tan diferente porque era Santo, sin pecado. Sus palabras impactantes, de Amor, pronunciadas hace más de 2.000 años, siguen siendo actuales.
Una vida humilde, una injusta condena y una muerte de crucifixión. El Hijo único de Dios, que por amor a nosotros fue a la cruz, pero Dios lo resucitó.
Jesús, hoy vive, y es "el camino, la verdad, y la vida." (Juan 14:6)

Todo depende de como hablamos.

Todo depende de la forma en el decir; de la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia.
La verdad debe ser dicha en cualquier situación, pero como se comunica es lo que puede provocar problemas.
La verdad puede compararse como una perla preciosa. Si es lanzada contra el rostro de alguien, lo herirá, pero si la envolvemos como regalo y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado. (Salmo 37:30)